La lectura es la principal habilidad para el aprendizaje. Consiste en coordinar, secuenciar y efectuar simultáneos procesos perceptivos de la información gráfica.
Sólo la práctica permite evolucionar desde la adquisición de la lectura en sus niveles básicos, hacia la conversión definitiva en lectores expertos. Por tanto, si logramos mejorar la habilidad lectora de nuestros alumnos, el efecto directo sobre su rendimiento sería extraordinario. Cuando se habla de literatura, se piensa enseguida, obviamente, en libros. Los libros son un mundo que se nos abre, cuando vamos leyendo y descubriendo pensamientos, fantasías, ideas, planteamientos, de distintos autores. La literatura, fundada en la lectura, claramente es una fuente de conocimiento inigualable. Entonces quién lea, siguiendo lo que se plantea, es una persona más culta que quien no lo haga, el leer no es nada más que un hábito, es un aprendizaje que se incorpora a nuestro comportamiento.
Sólo la práctica permite evolucionar desde la adquisición de la lectura en sus niveles básicos, hacia la conversión definitiva en lectores expertos. Por tanto, si logramos mejorar la habilidad lectora de nuestros alumnos, el efecto directo sobre su rendimiento sería extraordinario. Cuando se habla de literatura, se piensa enseguida, obviamente, en libros. Los libros son un mundo que se nos abre, cuando vamos leyendo y descubriendo pensamientos, fantasías, ideas, planteamientos, de distintos autores. La literatura, fundada en la lectura, claramente es una fuente de conocimiento inigualable. Entonces quién lea, siguiendo lo que se plantea, es una persona más culta que quien no lo haga, el leer no es nada más que un hábito, es un aprendizaje que se incorpora a nuestro comportamiento.
Katherine Arellano
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